Triángulo de 100 a 151 Km./h en el IS 28
Los «quitapenas» preparaban la «Gran Argentina» (2) para un vuelo que prometía ser interesante. Desde el aeródromo se veían los rotores de la onda primaria y secundaria del sistema generado por la Cordillera del Viento. El vuelo era de adaptación a la montaña y a la onda, del piloto de Cutral Có Pedro Ramos.
Como norma para todos los vuelos, aún los de instrucción, despegamos con una prueba declarada en el registrador, a las 16:07. Diez minutos más tarde cortamos a 10 Km. del campo en una buena térmica con 1.600 m QNH (700 m del terreno), viramos hasta los 2.900 m QNH. El viento en estos niveles estaba de los 300° a 20 nudos (menos de 40 Km/h) por lo que derivamos casi hasta el lateral de la pista; nuevamente proa al viento, hacia el rotor.
Cruzamos una térmica fuerte y en unos pocos virajes estábamos con 3.300 m QNH. Proa al viento otra vez, ya debajo del rotor nuevamente cruzamos térmicas muy fuertes. A Pedro se le hacía difícil vencer la tentación de dejar esos ascensos soñados por cualquier volovelísta, pero la onda nos esperaba y era una tentación mayor. Entramos finalmente en el ascenso de la onda secundaria, comenzamos a avanzar hacia el norte, pronto dejamos la nube del rotor debajo nuestro. Desde que ingresamos en la onda nos alejamos 30 Km. al norte y por momentos los ascensos eran de 6 m/seg. No era necesario hacer esto para saltar a la onda primaria donde estaba declarada la prueba, pero estábamos explorando y juntando datos para diversión de Luis, nuestro webmaster y ahora pronosticador de ondas, que con su meticulosidad de ingeniero pasa las horas del invierno estudiando vuelos, midiendo longitudes de onda y descubriendo cosas interesantes.
Desandamos los 30 Km hacia el sur, con 8.800 m QNH saltamos hacia la onda primaria, cruzamos la descendente en diagonal, no a 90° que es el camino más corto pero son lujos que uno se puede dar con esas alturas… Sobrevolamos desde una altura muy cómoda el rotor de la primaria, entramos nuevamente en ascenso con 7.000 m QNH, la longitud de onda era de aproximadamente 14 Km. Avanzamos hacia el norte explorando el ascenso y recorriendo los 44 Km completos de lo que sería la segunda pierna del triángulo que intentaríamos, durante el regreso encontramos 6 m/seg. El panorama era prometedor, si bien no es un día de los mejores que da la Cordillera del Viento, como el día de los 11 m/seg. que reportó Klaus en su vuelo del record de distancia de casi 2.500 km al parar por este lugar. Con la información necesaria de la ubicación de los ascensos cargada en el GPS, nos dispusimos a poner la proa hacia el punto de partida.
La Prueba
El triángulo FAI tiene su punto de partida al Oeste de la Cordillera del Viento, cerca de Andacollo a 51 Km del aeródromo Chos Malal y los vértices se encuentran al Este de la Cordillera del Viento, por lo tanto su base de 44 Km está alineada con el ascenso de la onda, para concretarlo hay que cruzar dos veces la descendente y la propia Cordillera del Viento.
Habíamos abandonado el ascenso de la onda primaria rumbo al Oeste con 8.600 m QNH y llegamos al punto de partida con 6.300 m QNH. Esta pérdida de 2.300 m para realizar 28 Km. es un dato para tener en cuenta cuando calculásemos nuestro planeo final. Sobrevolamos el punto de partida virtual, nos alejamos y cuando considerábamos habernos distanciado lo suficiente para virar, enfrentar el rumbo de partida y acelerar el IS 28 para partir, comenzamos con el viraje de 180°. Cuando recién habíamos cambiado el rumbo en 90°, el tremendo viento del Oeste nos hacía derivar sobre el punto de partida pasando con la proa apuntando para cualquier lado y con muy poca velocidad .
El viento nos llevó como una hoja y nos metió 5 Km. dentro del triángulo!! Fue necesario completar un 360°, enfrentar nuevamente el viento, alejarse más y repetir la maniobra, el error nos había costado casi 1.000 m. ¡¡¡en un simple viraje de 360°!!!
Finalmente a las 18:28 con 5.500 m. QNH estábamos partiendo, con una partida muy mala y a muy baja velocidad. Por el gasto imprevisto de los 1.000 m ya no sería posible seguir adelante con la estrategia planificada de volar la primera pierna directamente al 1er. vértice, ya que de hacerlo pasaríamos muy cerca de las montañas y corríamos el riesgo de no encontrar el ascenso de la onda. Es así que para realizar los 28 Km de esta pierna recorrimos 42 Km aproximadamente, por lo que en donde deberíamos haber hecho 200 km/h de promedio, hicimos solo 128 km/h y teníamos casi 100 m más de altura que en nuestra partida.
En la primera pierna volamos dentro del triángulo y tuvimos velocidades terrestres de más de 300 km/h En la segunda pierna de 44,03 Km, las cosas fueron mejores: ganamos 1.600 m y lo hicimos a 173 km/h.
Luego del viraje tomamos altura y largamos nuestro planeo final con 7.000 m QNH, debíamos pasar por el punto de llegada con más de 4.510 m QNH. Arribamos con 4.850 m QNH, sobraron 340 m que considerando las descendentes que atravesamos, creo que este exceso de altura no puede ser considerado un error. Además cuando era notorio que sobraría esta altura, tampoco fue posible convertirla en velocidad ya que el planeador estaba próximo a la VNE. El promedio de ésta última pierna viento de frente fue de 150 kp/h, muy parecido al promedio total de la prueba.
Eran las 19:08, el triángulo había llevado un poco más de media hora, nada mal a pesar de los errores cometidos y por tratarse de un planeador más parecido a “un camión de reparto” que a uno de carrera. En un día normal de onda en la Cordillera del Viento, con un planeador estándar lastrado, el promedio tiene que estar en los valores del récord mundial. Si el día es bueno la limitación no la impone el L/D, sino la VNE.
El vuelo continuó, exploramos la onda primaria hacia el Norte en las inmediaciones del volcán Domuyo, tuvimos tiempo de «paisajear», hacer fotos y filmar, mientras duraron las baterías por el frío. Voy a caer en un lugar común: es inútil intentar describir lo que veíamos desde el lugar de privilegio que nos coloca la onda, tampoco ustedes lo creerían, en todo caso los invito a venir a Chos Malal para que lo vean por ustedes mismos.
El vuelo finalizó a las 20:38 después de 4:31, habíamos agotado nuestra reserva de oxígeno, hacía frío y debíamos aterrizar antes que finalizara el crepúsculo, aunque los dos teníamos ganas de seguir volando.
Es necesario aclarar que éste vuelo, como todos los otros que consiguieron alguna homologación, más que un logro individual de un piloto es el logro de toda la gente que trabajó sin descanso y con mínimos recursos para que se pudiese concretar la operación de Chos Malal 2000. Para mi, pertenecer a ese equipo de gente es un orgullo y estoy seguro que en los próximos años veremos nuevos frutos. Esperamos esta temporada que alguno de ustedes pueda mejorar el promedio del triángulo y establecer un nuevo record nacional.
Estaremos esta temporada dispuestos a recibir a los pilotos que quieran volar la montaña y la onda, nuestra intención es llegar a tener un centro internacional de vuelo a vela en montaña que funcione en forma permanente, pueden consultar la página de los Clubes Neuquén y Cutral-có para mayores datos www.patagoniasoaring.org.ar
Pueden encontrar el archivo del registrador de este vuelo en la misma dirección.
Miguel Laso (3) vuelos@patagoniasoaring.org.ar
Referencias
1 «Quitapenas» hermandad de aquellos que han conocido la onda de la Cordillera del Viento.
2 «La Gran Argentina» nombre con que Jorge Riera ha bautizado al IS 28, por su similitud con la lancha offshore del piloto de lanchas argentino Daniel Scioli.
3 Poseedor de los récord Argentinos de velocidad en triangulo de 100 km con 150,88 km/h prueba realizada en un solo intento y del récord argentino de velocidad en ida y vuelta de 100 km (prueba promocional argentina) con un promedio levemente inferior a los de 201 km/h. Con solo estas dos pruebas, sobre las tres que es posible presentar obtuvo el primer puesto en el Ranking nacional Descentralizado 2000/2001, con un puntaje un 46 % superior al del segundo puesto.
Luis Briones