Descripción e historia
By Z-Falke
Wilhem Dirks, el diseñador de la firma Glaser-Dirks, proyectó un nuevo velero de clase estándar en 1983, el DG-300. Quería mejorar su primer velero, el DG-100 de 1974. Para eso adoptó el ala de un velero de una compañía rival: Glasflügel pensaba construir el nuevo Hansjörg Streifeneder Falcon, pero fue a la bancarrota.
Dirks se basó en el ala del Falcon y utilizó una idea muy original: los turbuladores soplados. Se trata de soplar aire por unos 900 agujeros de unos 0,6 mm de diámetro que están a todo lo largo de las alas, en un punto muy concreto del intradós, cerca del borde fuga. La teoría es que fuerzan la transición del flujo laminar a turbulento en ese punto y disminuye la resistencia. El aire se obtiene de una toma pitot en cada plano, también en el intradós, que está un poco por delante de ese punto, donde comienza cada alerón.
La práctica es que por una parte los agujerines tienden a taparse (bichos, tierra, cera…) y por otra tampoco son una ventaja decisiva. Aunque parece que la competencia (Schempp-Hirth Discus y Rolladen Schneider LS-4) vuelan más, especialmente a velocidades altas. Es más, hay versiones Club del propio DG-300 que no llevan los turbuladores soplados, y con unos turbuladores normalitos en zig-zag consiguen prácticamente lo mismo.
Dirks mantuvo el fuselaje del DG-100 (un par de centímetros más ancho) con la característica cabina “transparente total” pero con una cola diferente, y a partir de 1983 comenzó la producción en Eslovenia por Elan (ni siquiera el prototipo se construyó en Alemania). Las versiones eran DG-300 Elan (la guay con turbuladores), Elan Acro (reforzado para acrobacia), Elan Club (inicialmente con tren fijo y sin turbuladores soplados, aunque también se han hecho con tren retráctil) y Elan Club Acro (Club reforzado para acrobacia).
Las versiones acrobáticas se vendieron poco (sólo 42 construidas, 7 de ellas Club), y en todo caso no se permite la acrobacia desde que salió una directiva en 2007 por defectos en los largueros de fibra de carbono. Finalmente, Elan lanzó una versión mejorada DG-303 Elan con un perfil modificado y posibilidad de llevar winglets, también en las 4 versiones. Sobre el papel, mejoraba a 1:44 y 0,53 m/s.
Lo de que vuela menos que la competencia es más bien relativo. Es un peazo de velero al que le han medido un planeo real de 1:42 (aunque eso sí, pulido, con todos los agujeros limpios, todas las cintas de sellado cuidadosamente puestas, etc.) y un descenso mínimo de 0,59 m/s a 78 km/h. Puede llevar agua (130/190 litros según versiones) para mejorar la velocidad en días buenos.
Sobre todo, según los que lo han volado es un agrado de avión. Es cómodo, maniobrable, sube bien en las térmicas, tiene una visibilidad estupenda y los frenos son potentes. Incluso en las versiones Club puedes contar con un planeo más que razonable, cerca de 1:40 real. Además se monta y desmonta con facilidad gracias al peso relativamente bajo y las conexiones automáticas de los mandos. Por algo será que hicieron nada menos que 511 hasta 2005, más de 20 años en fabricación.
Los DG 300 del Aeroclub
Acabamos de comprar para el Club dos DG-300.
Uno es un DG-300 Elan, de esos que decíamos antes tienen la pequeña toma pitot para dar aire a los turbuladores soplados. Este planeador llevaba en realidad ya muchos años en Santa Cilia. Su propietario, de nacionalidad británica dejó de volar y el avión quedó “varado” aquí durante varios años, en esa época (anterior a su entrada en EASA) los británicos no tenían obligación de matricular los planeadores. Años después su propietario quiso retomar su afición y el avión tuvo que ser matriculado por primera vez (G). Pero aquellos intentos quedaron en nada y no hizo más de tres vuelos en su nueva etapa. A principios de 2021 tiró definitivamente la toalla y decidimos comprarlo.
Es sin lugar a dudas la transferencia de propietario más compleja que hemos tenido que realizar en toda la historia del Aeroclub. El avión tenía matrícula G, su propietario reside en Francia, el avión está físicamente en España y además, tenemos el BREXIT por medio.
Nuestra AESA nos informó de que al avión no se le podría asignar matrícula española sin un Certificado de Aeronavegabilidad de la Exportación que en principio nos obligaba a llevar el avión al Reino Unido, (con su correspondiente importación por encontrarse fuera del Reino Unido) para una inspección por parte de la CAA. Para evitarlo optamos por solicitar la baja de la matrícula para registrarlo en Alemania (D), pero curiosamente, una vez que ya no tenía matrícula británica los alemanes cambiaron de idea y nos exigieron también el Certificado de Aeronavegabilidad para la exportación. Eso nos obligó a volver a solicitar la matrícula británica e incluso volver a pintársela!!! Afortunadamente la situación sanitaria nos ayudó y evitamos tener que llevar el avión físicamente al Reino Unido al conseguir que la CAA hiciese la revisión de manera documental y telemática. Para entonces decidimos no cambiar de planes y terminamos matriculándolo alemán, en su nueva vida será el D-3008 (M8) tal y como estaba inicialmente previsto. ¡¡¡El proceso completo ha durado casi un año!!!
El otro es un DG-300 Club Elan, pero que tiene tren retráctil y posibilidad de cargar agua. Sin embargo no tiene los turbadores soplados del M8, …es algo más moderno.
En este fue todo más sencillo. Aunque físicamente hubo que ir a buscarlo hasta las proximidades de Koblenz, en Alemania, esto pudo realizarse sin mayores problemas en un viaje relámpago en dos días. Llegó ya en estado de vuelo.
Para que no se sienta diferente al otro hemos optado también por mantener su matrícula alemana original. Seguirá siendo el D-3183 (M3)