En América del Sur, el Blanik L-13 fue el velero que pudo dar a su inconsciente y afortunado piloto, el titulo de récord absoluto de altitud. El 28 de Febrero de 1966 a las 16:30, Abel Sintora se preparó para despegar su Blanik en el aeródromo de Garanches, sito en la sierra de Córdoba.
Las condiciones atmosféricas muy inestables evolucionaron a tormentas localizadas. Sintora, piloto de las Fuerzas Aéreas Argentinas tenía poca experiencia en vuelo a vela, pero es animado a realizar la prueba de ganancia de altura de 3.000 m. para conseguir la calificación “E”. Soltado a 750 m. bajo un cúmulo-nimbo, centra rápidamente una ascendencia de 3 m/s, y se deja aspirar por la nube, marcándole el vario subidas de 8 m/s. Consigue de esta forma sin problemas los 4.500 m. y decide, debido a la falta de oxigeno, abandonar la subida y salir de la nube.
Se encuentra a 10 Km. del campo, situándose entre él y el aeródromo el enorme cúmulo-nimbo con un techo que más tarde se calculó en unos 15.000 m. Cede a la tentación menospreciando la prudencia más elemental y decide deshacer el camino andado para conseguir la calificación de altura “F”. Pincha la nube encontrando ascendencias de 5 m/s y se aceleran rápidamente hasta los 30 m/s.
A pesar del riesgo para el piloto, sigue con su ascensión hasta los 6.500 m. Bajo los efectos de la hipoxia, Sintora no toma la decisión de escapar de la nube y sus facultades mentales y resistencia física van desapareciendo. Semi inconsciente, llega a ver marcar al altímetro los 8.000 m. y se desmaya. Cuando recobra el conocimiento a 900 m. de altura, el Blanik gira en círculos cerrados a 180 km/h, intenta recobrar el control del velero, pero es en vano, los alerones han desaparecido, así como 2 m. de los extremos de cada plano, el fuselaje ha sufrido una torsión de unos 30 º entorno a su eje, intenta lanzarse, pero al estar tan débil renuncia.
Milagrosamente la espiral se agranda al acercarse al suelo, El Blanik toca el suelo con la punta de un ala, lo que amortigua el impacto. Pivota sobre el ala y el fuselaje se clava en un suelo blando con un angulo de 30 º. El velero está totalmente desencajado pero Sintora esta intacto.
Al examinar el barógrafo, se comprueba que después del desmayo del piloto, la ascensión se aceleró hasta los 40 m/s, hasta los 12.000 m. A continuación el planeador entró en una zona de turbulencias tan violentas que el barógrafo no pudo registrarlas. Probablemente es en este momento cuando las extremidades de los planos se rompieron, llevando al Blanik a una barrena muy cerrada a 300 o 400 km/h provocando posiblemente la torsión del fuselaje.
El 28 de febrero de 1966 Sintora ascendió con toda seguridad a cotas de 13.000 o 14.000 m. sin traje presurizado ni oxigeno y volvió con vida. A pesar de reclamar el récord mundial absoluto de altitud, no le fue otorgado, debido a la imprecisión del barograma con una ganancia de 11.270 m…. y por la forma, que podría haberle costado la vida.