Repaso de los factores físicos y psíquicos que pueden afectar a la seguridad
La capacidad para el vuelo se ve afectada por el estado psíquico y físico de las personas, su preparación y su motivación. Es importante reconocer una serie de factores que pueden afectar la seguridad para el vuelo. A continuación repasaremos los más importantes.
1 Factores psicológicos y emocionales
Influyen decisivamente en la capacidad de vuelo. Como ejemplos habituales podemos citar los siguientes:
– presunción: “yo soy capaz de hacer eso y mucho más”.
– ir contra las normas: “¿porqué tengo que iniciar el viento en cola a 800 pies?”
– resignación: “me pilló la descendencia”
– invulnerabilidad: “a mí no me puede pasar nada”
– impulsividad: “decidí cortar todo el motor viento en cola”
– no reaccionar ante situaciones inesperadas: “bloqueo”, “pánico”
– problemas personales: “esto se me pasa volando”
Estos factores no están relacionados con la técnica de vuelo, que sin embargo se puede aprender correctamente. Por tanto, el entrenamiento debe ir dirigido también a la capacidad de juicio, toma de decisiones y manejo del stress.
2 Enfermedades
Las enfermedades, incluso las más leves, pueden influir en la capacidad de un piloto para el vuelo, la capacidad de juicio y de aprendizaje. En general, cuando se esté enfermo no se debe volar. Incluso algo tan banal como un simple resfriado merma la capacidad general del piloto considerablemente (aparte de que por las variaciones de presión se pueden producir dolores importantes y diseminación de la infección).
3 Medicamentos
En general es preferible no volar si se toman medicamentos. Si además se está enfermo, no se debe volar. En todo caso, se preguntará al médico si el medicamento que se vaya a recibir puede afectar la capacidad de manejar aeronaves. También es importante iniciar su uso antes de volar, para ver en qué consisten los posibles efectos secundarios y si pueden afectar a la capacidad de vuelo. Existen ciertos medicamentos que pueden considerarse hasta cierto punto seguros, aunque es preferible consultar las circunstancias particulares, como enfermedad de que se trate, dosificación, etc. Son los siguientes:
– Los analgésicos del tipo de la aspirina (aspirina Bayer, A.A.S.) y paracetamol (Termalgín, gelocatil, panadol, febrectal).
– Los antiinflamatorios no esteroideos (feldene, voltaren, naprosyn, antalgin, airtal).
– Los antibióticos derivados de la penicilina (clamoxyl, ardine, clavumox, orbenin).
– Los antiácidos (maalox, almax, alucol silicona)
– Los medicamentos que se aplican localmente en la piel y en pequeña cantidad (cremas con antibióticos, corticoides, etc…)
Determinados medicamentos aparentemente inocuos, como por ejemplo los antialérgicos, pueden producir pérdida de atención y somnolencia, y por lo tanto son peligrosos para el vuelo.
Entre los medicamentos más peligrosos para el vuelo están sobre todo los que afectan al sistema nervioso, por producir alteraciones de la conciencia. Entre ellos están los tranquilizantes, somníferos, amfetaminas, antidepresivos y otros. Además, sus efectos son más peligrosos si se mezclan con drogas, especialmente alcohol.
4 Alcohol
El alcohol es una droga que afecta al sistema nervioso, produciendo alteraciones de la conciencia y de los reflejos. A largo plazo el alcohol tomado de forma excesiva produce problemas hepáticos, digestivos, neurológicos y psiquiátricos.
En general, se recomienda no tomar alcohol si se va a volar. Los efectos comienzan con cualquier cantidad de alcohol y se incrementan con la concentración en sangre:
concentración efecto
0,15 g/l disminución de reflejos
0,20 g/l falsa apreciación de distancias
0,30 g/l subestimación de la velocidad
0,50 g/l euforia, incremento del tiempo de reacción
0,80 g/l perturbación general del comportamiento
1,20 g/l fuerte fatiga y pérdida de visión
Como orientación, se indican las concentraciones de alcohol en sangre en g/l a distintos períodos tras consumir alcohol (vasos de vino ó cervezas) en un hombre y una mujer tipo:
tiempo 1vino/cerv 2 vinos/cerv 3vinos/cerv
Hombre 70 kg 30’ 0,4 0,6 0,8
1 hora 0,3 0,5 0,7
2 horas 0,2 0,4 0,6
Mujer 55 kg 30’ 0,5 1,0 1,5
1 hora 0,4 0,9 1,4
2 horas 0,3 0,8 1,3
Los efectos del alcohol dependen además de muchos otros factores: del peso (más efecto a menor peso), del sexo (más efecto en las mujeres), rapidez con que se bebe (más efecto a más rapidez), de la comida (más efecto en ayunas) y de factores personales (a igualdad de otros factores hay personas que metabolizan alcohol más rápido que otras). La combinación del alcohol con otras drogas o con medicamentos puede alterar gravemente la conciencia y los reflejos.
Igualmente es imperativo no volar bajo los efectos posteriores de ingestas excesivas de alcohol (“resaca”), aunque sus efectos estén paliados por aspirina u otros medicamentos.
5 Cansancio
El cansancio es un factor fundamental que influye en la capacidad de volar y en el aprendizaje. Es imprescindible estar bien descansado antes de iniciar el vuelo. Por otra parte es un factor determinante dentro del propio vuelo: tras varias horas de volar, o incluso de un tiempo tan corto como una hora (o menos) en el caso de un alumno piloto en sus primeros vuelos solo, aparece el cansancio debido a la concentración y el esfuerzo del vuelo. Es al final del vuelo cuando más se necesita la capacidad de juicio, por lo que es fundamental ser consciente del cansancio y ser muy conservador en la planificación.
6 Vestimenta
La vestimenta adecuada es importante para el vuelo. Son importantes dos aspectos: 1) ropa adecuada a las condiciones climatológicas. La ropa debe ser amplia y evitar presionar sobre el cuerpo. Dependiendo de la especialidad de vuelo y época del año será necesario llevar prendas específicas. 2) Las gafas de sol son imprescindibles para evitar el efecto de deslumbramiento y proteger de la radiación ultravioleta. Además, las gafas de tipo polarizado son para algunos pilotos mejores para detectar otros aviones y la formación de nubes. Es recomendable que sean de buena calidad.
7 Alimentación
La alimentación del piloto debe planificarse los días de vuelo. Es recomendable desayunar bien y almorzar antes de salir a volar, teniendo en cuenta el no consumir alimentos que produzcan gases: legumbres, coles, pimientos, pepinos, rábanos, pan poco hecho, grasas animales, alimentos muy condimentados en general, bebidas carbónicas, medicamentos efervescentes. Como se verá luego en el apartado del efecto de la altura sobre el vuelo, los gases pueden crear molestias. Tampoco se recomienda mascar chicle, porque lleva consigo el que se traga mucho aire, con los mismos problemas.
En general, no se debe salir a volar en ayunas. Por otra parte, en vuelos de larga distancia conviene llevar algún alimento y agua, pero no azúcares de absorción rápida (caramelos, chocolate), porque pueden producir una hipoglucemia de rebote. Los líquidos son fundamentales en vuelos largos para evitar la deshidratación.
8 Tabaco
El tabaco es un producto que no se debe consumir mientras se está en vuelo, por el peligro de incendio y la pérdida de atención. Por otra parte, los fumadores pierden parte de su capacidad de transporte de oxígeno en la sangre, por lo que los problemas de la falta de oxígeno con la altura se verán siempre agravados y aparecerán antes.
9 Efecto de la altura sobre el cuerpo humano.
Al aumentar la altura en vuelo pueden aparecer los siguientes efectos:
– Hipoxia (disminución del oxígeno para la respiración)
– Hiperventilación (aumento del ritmo de la inspiración/espiración)
– Enfermedad descompresiva (formación de burbujas de gas en el organismo)
– Barotraumatismos (atrapamiento de gas en cavidades del organismo)
Estos problemas aparecen por distintas causas, pero en general serán más graves a mayor altura y rapidez de ascenso. A continuación revisaremos lo fundamental de cada uno de ellos.
9.1 Hipoxia
La respiración es un conjunto de mecanismos que tienen por objeto llevar oxígeno a las células del organismo. Incluye la ventilación pulmonar, el transporte de oxígeno en la sangre por la hemoglobina (en los hematíes) y el paso a través de diversas membranas celulares. El oxígeno va pasando de un medio a otro porque existe un gradiente de presión: siempre va de más a menos presión. El CO2, producto de desecho de la respiración, sigue el camino inverso al oxígeno e igualmente se difunde por gradientes de presión.
La hipoxia es una disminución de la concentración de oxígeno en el organismo, que lleva a problemas de funcionamiento de las células. Las primeras afectadas son las del sistema nervioso, de ahí su potencial gravedad. La hipoxia se produce, entre otros motivos, porque al aumentar la altura la presión de oxígeno disminuye, y llega un momento en que no es suficiente para llegar a los tejidos del organismo. Otras causas de hipoxia son la disminución de la ventilación pulmonar, alteraciones circulatorias, disminución de hematíes (anemia) o alteraciónes de la hemoglobina (tabaquismo). Todas ellas pueden sumar sus efectos a la hipoxia producida por la altura.
Las manifestaciones de la hipoxia en el vuelo dependen de varios factores: fundamentalmente de la altura (peor cuanto más alto), pero también de la rapidez con que se asciende (peor cuanto más rápido), del tiempo que se permanece a una altura determinada (peor cuanto más tiempo), de la actividad física (peor cuanto más), de la temperatura (peor cuanto más frío), del consumo de alcohol (reduce la capacidad celular de utilizar oxígeno), del tabaco (forma carboxihemoglobina, reduciendo la capacidad de transporte de oxígeno) y por último de la respuesta individual (existe una gran variabilidad en la capacidad de resistencia en las personas).
En general, podemos hablar de las siguientes alturas y de los efectos que se producen:
· De 0 a 3.000 metros (0-10.000 pies): no hay ningún síntoma.
· De 3.000 a 4.500 metros (10.000-15.000 pies): los mecanismos del cuerpo intentan compensar, aumentando la ventilación pulmonar y el gasto cardíaco. Disminuye la capacidad de vigilancia, la agudeza visual, la memoria y capacidad de cálculo, y la capacidad de realizar actividad física (y no te das cuenta). A los 20’-30’ aparece dolor de cabeza.
· De 4.500 a 6.000 metros (15.000-20.000 pies): Los mecanismos compensadores son insuficientes y aparecen síntomas, muy variables entre las personas: dolor de cabeza, náuseas, vómitos, pinchazos, se acentúa el ritmo de ventilación y el gasto cardíaco. Se produce un gran descenso en la coordinación muscular (incapacidad de hacer movimientos finos), descenso de la agudeza visual, perdida de la memoria y juicio crítico, estado de confusión e incluso pérdida de conocimiento.
· Más de 6.000 metros (20.000 pies): pérdida de conocimiento en 10’ (6.000 metros) hasta 30’’ (10.000 metros).
Para prevenir la aparición de hipoxia se utiliza la inhalación de oxígeno por encima de los 3.000 metros, con lo que se aumenta su presión parcial en los tejidos. El oxígeno se utiliza diluido hasta los 4.500 metros (15.000 pies), y de ahí en adelante puro. Existen varios sistemas de dispensación de oxígeno, que debe ser puro y no contener humedad (porque puede helarse en los conductos).
Otra posibilidad es viajar en aviones presurizados, con lo que aumenta la presión del aire hasta la equivalente a una altura segura (0-3.000 metros).
En resumen: Por encima de 3.000 metros se recomienda usar oxígeno o avión presurizado.
9.2 Hiperventilación
La hiperventilación en vuelo se produce por dos mecanismos principales: por la hipoxia debida a la altura (para intentar compensar la falta de oxígeno) y por stress o nerviosismo. La hiperventilación produce fundamentalmente una eliminación muy rápida del CO2 del organismo, lo que lleva a una alcalosis y problemas en el metabolismo de las células. Se producen mareos, vértigos, falta de coordinación muscular, pinchazos y si es muy grave espasmos musculares (por tanto, muy similar a la hipoxia).
Si la hiperventilación se debe a la hipoxia, hay que suministrar oxígeno. Si se debe al nerviosismo o stress, hay que respirar más despacio, y en casos extremos, volver a respirar el aire espirado.
9.3 Enfermedad descompresiva
La enfermedad descompresiva se produce por la formación de burbujas de gases en el organismo, fundamentalmente nitrógeno, debido a la disminución de la presión ambiental. En los pilotos deportivos no suele ser un problema, porque se produce por encima de los 6.000 metros (20.000 pies).
Una excepción es si el piloto es buceador y ha realizado una inmersión de 10 m o más en las 48 horas antes, por lo que disuelve más nitrógeno en su organismo por el aumento de presión, y con lo que puede aparecer a menor altura. Se recomienda evitar subir a grandes alturas en aviones no presurizados, evitar las subidas muy rápidas y respirar oxígeno puro.
9.4 Barotraumatismos
Los barotraumatismos se deben sobre todo al atrapamiento de aire en el tubo digestivo, los senos de la cara, el oído medio y los dientes, produciendo dolor al haber cambios bruscos de presión, por cambios en la altura. Al subir, se produce una disminución de presión, con lo que aumenta el volumen de los gases contenidos en cavidades, produciendo alteraciones.
– Sistema gastrointestinal: se recomienda no tomar alimentos que produzcan gases.
– Senos paranasales: el aire queda atrapado sobre todo cuando hay congestión de los conductos que descargan en la nariz, por ejemplo por un catarro. Para intentar desbloquearlos se puede realizar la maniobra de Valsalva: soplar fuertemente tapando nariz y boca.
– Oído medio: el aire queda atrapado porque no puede circular por la trompa de eustaquio, que lo conecta con la nasofaringe. Esta situación puede ser potencialmente muy grave si se produce rotura del tímpano. Para desbloquear la trompa de eustaquio se utiliza también la maniobra de Valsalva.
Juan Pablo Alonso