El repostado de gasolina es una operación que debe hacerse extremando la seguridad
Mientras tengamos que seguir repostando la avioneta desde los bidones de la caseta, no viene mal recordar una serie de aspectos de seguridad. Dado que cualquiera puede echar una mano para hacer esta operación (además del piloto remolcador correspondiente), os ruego que que prestéis atención:
– La gasolina de aviación es muy inflamable y existe un alto riesgo de incendio al repostar la avioneta. No son bromas.
– Al menos dos personas, una de ellas el remolcador de turno, se ocupan de repostar.
– La cosa empieza con la revisión pre-vuelo de la avioneta en el hangar 3, que debe incluir además del resto de cosas:
– Gases cortados, mezcla cortada, magnetos OFF.
– Revisión del cuaderno de la avioneta: incidencias y última vez que se repostó.
– Comprobación visual de los depósitos.
– Purgado de ambos depósitos (antes de moverla) para detectar agua y suciedad.
– Se lleva la avioneta a la caseta (Por favor, no tiréis de la hélice: es peligroso. Siempre tirar de la barra y empujar del avión).
– Preparación de útiles para repostar:
– Embudo metálico con gamuza limpia colocada. Hay dos gamuzas, siempre debe haber una lavada y dentro de una bolsa de plástico para sustituir la otra. Si por cualquier cosa una está sucia, sustituirla por la otra. Llévate a casa la sucia, métela en la lavadora y tráela limpia el próximo fin de semana. La gamuza es vital: impide el paso de agua y suciedad.
– Seleccionar bidón con gasolina, abrirlo y colocar bomba en posición.
– Colocar una toma de tierra en la avioneta: una llamada de atención sobre esto. NUNCA lo hacemos, y a partir de ahora lo debemos hacer. Debido a que la avioneta está aislada del suelo por los neumáticos, se puede cargar de electricidad estática. La descarga de esta electricidad puede provocar una chispa e inflamar la gasolina. Esto NO es una broma. Desde ayer, hay unas pinzas de las que se utilizan para arrancar un coche desde otro. UTILIZADLAS. Un extremo se engancha a una parte metálica de la avioneta (el tubo de escape va bien) y el otro a un objeto metálico clavado en el suelo (por ejemplo, uno de los postes de la valla metálica que protege los bidones).
– Extintor preparado y mano. Hay un extintor en la caseta: sacarlo y ponerlo al lado de la puerta, fácilmente accesible por cualquiera de las dos personas que están repostando.
– Mucho ojo con el riesgo de incendio. La caseta es un recinto cerrado donde fácilmente se acumulan vapores de gasolina inflamables. Hay que evitar todo tipo de acciones que provoquen chispa: por ejemplo, el útil para abrir los bidones es metálico: si se golpea con fuerza contra el bidón puede saltar una chispa. Por supuesto, NO FUMAR.
– Para repostar:
– Una persona en la bomba y la otra en el depósito de la avioneta.
– Habitualmente hay que cebar la bomba para que comienze a funcionar. Esto se consigue desenroscando el purgador situado en la parte superior y bombeando con energía hasta que sale gasolina. Cerrar el purgador y empezar a bombear.
– Teóricamente, cada golpe completo de la bomba (arriba y abajo) es un litro. En la práctica, como no son cantidades exactas y los aforadores de la avioneta no son de fiar, hay que llenar los depósitos hasta que se empiece a ver la gasolina por los agujeros de repostado. La experiencia indica que en ese momento los depósitos están a 3/4 de su capacidad: unos 80 litros en cada uno. Esto es suficiente en principio para unas 3 horas de remolque, unos 18 remolques, con una reserva adecuada.
– La persona que está en el depósito de la avioneta controla la velocidad de llenado, y si la gasolina que cae está limpia y libre de agua. El agua se nota porque se forman «perlas» en el fondo del embudo. Es importante no apoyar la manguera en el fondo del embudo porque entonces la gamuza se hace permeable y pasa el agua. Hay que vigilar que la gasolina esté razonablemente limpia y libre de agua. Si no es así, utilizar otro bidón.
– Para terminar:
– Cerrar los depósitos de la avioneta y recoger el embudo. Guardarlo en la caseta en una bolsa de plástico limpia.
– Recoger la manguera, retirar la bomba dejando escurrir la gasolina. Guardarla con un trapo limpio cerrando la boca.
– Tapar los bidones.
– Recoger el extintor.
– Quitar la toma de tierra de la avioneta y guardarla.
– Cerrar con llave la caseta.
– Apuntar en el cuaderno de la avioneta que se ha repostado a 3/4.
– Si durante el día de vuelo hay que repostar otra vez, lo mismo. Vuelvo a insistir sobre la importancia de descargar de electricidad la avioneta con una toma de tierra y de tener el extintor a mano.
Vuele, pero seguro.
Juan Pablo Alonso