Análisis de las principales características de los órganos de los sentidos.
Los órganos de los sentidos son fundamentales para la práctica del vuelo deportivo. Con gran diferencia, el más importante es la vista, ya que la mayor parte de la información que nos llega y que procesamos lo hace a través de la vista. El siguiente en importancia es el oído, que permite distinguir sonidos y está relacionado con la facultad del equilibrio. Otros sentidos tienen menor importancia, pero también juegan su papel. A continuación se muestran las principales características y funcionamiento de los órganos de los sentidos.
1 La vista
La vista es el sentido fundamental, porque la información que recibimos del medio que nos rodea se obtiene en un 95% a través de ella. La luz llega a los ojos donde atraviesa un sistema óptico formado por la córnea y el cristalino (las “lentes” del sistema) y la pupila (el “obturador” del sistema, que gradúa la cantidad de luz que entra en el ojo). A continuación la luz se enfoca en las células fotoreceptoras situadas en la retina, en la parte posterior del ojo (la “película” del sistema). Por último, la información recibida por conos y bastones se envía al cerebro por los nervios ópticos donde se procesa en el área occipital (el “revelado” del sistema). Con lo que realmente “vemos” es por tanto con el cerebro y no con los ojos.
Las células fotoreceptoras son de dos tipos: conos y bastones. Los conos están especializados en visión diurna y proporcionan el detalle. También nos permiten distinguir colores. Los conos están localizados en la fóvea, en la parte trasera del globo ocular. Cuando fijamos la vista en un punto vemos con mucho detalle lo que está directamente centrado en nuestra visión gracias a los conos. Los bastones están especializados en la visión en blanco y negro (nocturna), con menor grado de detalle. Estas células están localizadas en el resto de la retina. Al fijar la vista en un punto, lo que no está situado directamente en el centro de la visión (todo el campo de la vista menos aquello que miramos directamente) se ve con menos detalle y en blanco y negro. Es el cerebro el que compensa esta limitación “coloreando” el resto del campo con la información que tiene.
El hecho de tener dos ojos nos permite calcular distancias, ya que a partir de la distancia conocida entre los dos ojos y los ángulos que forman al enfocar un determinado objeto se calcula automáticamente la separación del objeto. Al mirar con un solo ojo se pierde esta facultad, aunque el cerebro pueda aproximarse bastante por el tamaño relativo de los objetos, si conoce sus dimensiones.
Para volar, es necesario tener una agudeza visual mínima. La agudeza visual se refiere a la capacidad de discriminar dos objetos separados, y se mide mediante una escala de símbolos o letras de distintos tamaños que se ven normalmente a una distancia especificada. Un ojo normal es capaz de distinguir unas letras de un determinado tamaño a esa distancia, con lo que se toma como patrón esa agudeza visual como 1 ó 10/10. Si la gudeza visual es menor, significa que esas letras se verán desde más cerca, o que a la misma distancia las letras tendrán que ser más grandes para verlas. Así, se habla de agudeza visual de 0,9 ó 9/10, etc. La agudeza visual depende de la densidad de células fotorreceptoras en la retina. Determinadas personas tienen una agudeza visual mayor que la normal, de 1,1 o más. Son capaces de distinguir letras más pequeñas a la misma distancia, y se debe a que tienen más células fotorreceptoras por centímetro cuadrado en su retina.
No hay que confundir la agudeza visual con los defectos de la vista más frecuentes en las personas, como la miopía o la hipermetropía. Estos defectos se refieren a que la lente principal del ojo, la córnea, hace enfocar la luz en un punto que está por delante (miopía) o por detrás (hipermetropía) de la retina. Por ello, no ven bien, pero esto no tiene que ver con la densidad de células fotorreceptoras que tenga esa persona. Si se corrige ópticamente este problema con gafas, lentillas, o cirugía correctora, su agudeza visual puede ser normal. El astigmatismo es un defecto que consiste en que la córnea no tiene una curvatura uniforme en todos sus diámetros, haciendo que el enfoque sea distinto para planos de visión diferentes.
Cualquier problema en la vista puede afectar de manera importante al vuelo, por lo que es el sentido que con mayor atención se examina para conceder un certificado médico. En todo caso, es importante revisar la vista periódicamente y cuidar los ojos, especialmente del exceso de luz: normalmente es aconsejable llevar gafas de sol para la práctica del vuelo.
2 El oído
El oído es un órgano que está relacionado con la capacidad de distinguir sonidos y con la facultad del equilibrio. Está formado por tres partes:
– Oído externo: pabellón auditivo y conducto auditivo externo.
– Oído medio: Cadena de huesecillos que conectan el tímpano con el oído interno, transmitiendo las ondas sonoras. Está conectado con la nasofaringe por la trompa de Eustaquio.
– Oído interno: localizado en profundidad en el hueso temporal, tiene dos órganos fundamentales: el caracol o cóclea (encargado de la percepción de sonidos) y el vestíbulo (encargado del equilibrio). El oído interno está conectado con el cerebro a través del nervio coclear y el vestibular. Al igual que con la vista, con lo que realmente “oímos” es con el cerebro.
En el caracol están situadas las células encargadas de la recepción del sonido. Estas células son sensibles a la intensidad y a la frecuencia. La intensidad del sonido se mide en decibelios. Los sonidos de intensidad elevada pueden producir alteraciones: stress, molestias, insomnio, y pérdidas de audición temporales o definitivas.
El vestíbulo está formado por los canales semicirculares (que detectan aceleraciones angulares) y el utrículo (detecta aceleraciones lineales).
3 Equilibrio y orientación espacial
En el cerebro se integra la información procedente de la vista, el oído y las articulaciones del esqueleto para mantener el equilibrio y proporcionar orientación en el espacio. El fallo de alguno de estos sistemas produce la desorientación. El sistema más influyente es la vista: predomina su información sobre la del resto. En ausencia de referencias visuales la información del oído y articulaciones puede resultar engañosa.
· Ilusiones sensoriales visuales: entre ellas están las siguientes:
– Ilusiones ópticas durante la aproximación:
– pistas inclinadas: si asciende, sensación de ir “alto”; si desciende, de ir “bajo”
– pistas muy anchas: sensación de ir “alto” y al revés
– sin referencias visuales (en la nieve o el mar): no se percibe bien la altitud
– lluvia en el parabrisas: deformaciones de las imágenes
– neblina o calima: disminuyen las referencias visuales y no se percibe bien la altitud
– luces de la pista: si son muy intensas sensación de que se está más cerca
– agujero negro: en pistas mal iluminadas y de noche, sensación de vacío que lleva a toma corta
– Campo visual vacío: se produce en vuelos a gran altitud o por encima de nubes por no tener un punto definido donde enfocar la vista, por lo que el ojo adquiere su posición de reposo (enfoque a 1 metro de distancia). Para evitarlo, enfocar a un punto distante (si no hay otra cosa, la punta del plano).
– Ilusión autocinética: se produce de noche, al mirar a un punto luminoso fijo, pareciendo que se mueve.
– Ilusión optogiratoria: De noche y a gran altura se puede tener la sensación de rotación.
· Ilusiones sensoriales vestibulares: entre ellas están las siguientes:
– Retraso en la percepción de aceleración angular: debido al mecanismo sensorial en los canales semicirculares, al iniciar un viraje se tiene la sensación de giro, pero al mantenerse constante la velocidad angular no se percibe. Al terminar el giro, la sensación es de ir en sentido contrario.
– Aceleración lineal rápida: se percibe sensación de ascenso.
– Deceleración lineal rápida: se percibe sensación de descenso.
· Ilusiones sensoriales mixtas: el vértigo
El vértigo es una sensación de desplazamiento respecto a los que nos rodea, o de desplazamiento de lo que nos rodea respecto a nosotros. Se trata de una sensación subjetiva que no está unida a la pérdida de conocimiento. Hay muchas causas de vértigo, entre las que están las aceleraciones acusadas o por mal funcionamiento del aparato vestibular.
4. Otros sentidos
Aunque de menor importancia de cara al vuelo, utilizamos también otros sentidos. El tacto nos permite distinguir la forma y características de los objetos. Es frecuente por ejemplo que los mandos de los aviones tengan empuñaduras diferentes distinguibles por el tacto: los mandos de gases, mezcla y calefacción de carburador suelen ser distintos para que no haya que dejar de mirar afuera para distinguirlos. El olfato nos permite distinguir olores como por ejemplo el de un fuego o de gasolina derramada. El gusto distingue entre las variedades dulce, salado, ácido y amargo.