El proceso de certificación del aeropuerto obliga a reducir el tamaño de la pista destinada al vuelo sin motor a un 60% de la longitud actualmente legalizada
La pista deportiva del aeropuerto de Huesca, cuya longitud se encuentra regulada mediante Real Decreto en vigor en 1.100 metros de longitud va a ser certificada únicamente de 610m. Del mismo modo, la plataforma de estacionamiento situada frente a los hangares del aeropuerto va a dejar de ser considerada como tal por no reunir las condiciones que exigen las normativas de seguridad. Estas medidas que se comunicaron a los usuarios del aeropuerto en reunión convocada por la dirección del aeropuerto el pasado 30 de noviembre se deben a la necesidad de satisfacer las normativas y recomendaciones reguladas por la Organización de Aviación Civil Internacional que según Real Decreto del año 2010 también se reconocen imprescindibles para alcanzar el objetivo de la certificación del aeropuerto según la normativa nacional.
Tanto es así que los representantes de los deportistas han hecho una consulta ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea del Ministerio de Fomento (los autores del informe que reconocía la no idoneidad del aeropuerto de Huesca para el vuelo sin motor) y estos les han indicado que si la pista del aeropuerto es insuficiente para una determinada actividad, son los pilotos los responsables y les han confirmado que incluso existe la posibilidad de que fuesen sancionados por practicar una actividad que en unas circunstancias que la propia agencia ya reconocío como peligrosas en su informe de noviembre del año 2009.
Los mismos deportistas tampoco salen de su asombro cuando les comunican que la plataforma de estacionamiento de los planeadores situada frente a los hangares de planeadores va a dejar de ser considerada como tal, debido a que no reúne las garantías de seguridad que exige la misma normativa para este tipo de superficies. “Hace menos de un mes la solución que proponía la directora era derribar uno de los hangares que ocupan los planeadores para conseguir dotar a esa plataforma de las dimensiones que requería la aviación general y deportiva. Ahora ha optado por eliminarla”.
El problema es que la pista deportiva, actualmente definida por Real Decreto en 1.100 metros de longitud implica la reserva de unas determinadas superficies de servidumbres aeronáuticas para garantizar su seguridad. Estas superficies consisten en una serie de planos inclinados imaginarios cuyas coordenadas aparecen publicadas en el Boletín Oficial del Estado que por la normativa internacional se tienen que conservar libres de todo obstáculo y cuyas características se derivan precisamente de las dimensiones de la pista real. Según los deportistas del Aeroclub Nimbus el problema es que el diseño del aeropuerto no contempló estas servidumbres ni tampoco que se tenía que seguir garantizando el uso para el que se construyó la instalación en el año 1940 de manera que dichas superficies se encuentran violentadas por distintos obstáculos. “Ahora, en lugar de eliminar esos obstáculos, la única solución para satisfacer la normativa parece ser pasar por encima de un Real Decreto en vigor y definir una pista 400 metros inferior a sus dimensiones legales y por tanto con menos requerimientos a nivel de seguridad. En el año 2010 se tomó la misma actitud respecto a la anchura de esta pista que a pesar de estar legalizada en 140m de anchura mediante otro Real Decreto, se vio reducida a 12m debido al error cometido de definir la pista de aviación comercial a una distancia que los técnicos también consideraron peligrosa”.
Los representantes del Nimbus insisten en que la seguridad de la instalación, tal y como reconoció en su día el Director de Seguridad de Aeronaves de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea se ha visto afectada por las obras de ampliación del aeropuerto. “El hecho es que se ha pasado de una pista de 1.075 x 140m a otra de 610 x 12m y ahora parece ser que además se nos puede sancionar por operar en estas condiciones” –insisten.
En el aeroclub Nimbus no salen de su asombro. Se lamentan de que en todas las reuniones a las que están asistiendo, AENA ni tan siquiera cuente con la actividad histórica de la instalación cuando hace un listado de los usos actuales o futuros del aeropuerto. “En la reunión del pasado 15 de noviembre convocada por el consejero de industria para analizar el futuro del aeropuerto ni tan siquiera se nos nombró y en la de la pasada semana, en la relación de los tipos de aeronaves que utilizan el aeropuerto no aparecía ningún planeador”, aunque en ambas situaciones se les informó que esto era debido a un “olvido”. Por otra parte les resulta sorprendente que se elimine la consideración de plataforma a la zona donde se estacionan los planeadores siendo en la actualidad las únicas aeronaves (además del helicóptero de la guardia civil y visitantes ocasionales) que hacen uso de la instalación utilizan esa superficie de manera habitual. “A la plataforma principal se nos impide el acceso y la deportiva, que construyeron ignorando las dimensiones publicadas en el Plan Director, la desclasifican porque gracias a los errores de AENA ahora no es posible certificarla como tal”.
En ésta última reunión los representantes del vuelo deportivo volvieron a solicitar información sobre la situación de las deficiencias detectadas en el informe del director general de seguridad de aeronaves de AESA. A esta cuestión los representantes de AENA contestaron del mismo como que lo vienen haciendo desde hace casi dos años: diciendo que existen otros informes que aunque se niegan a presentar afirman que AESA ha vuelto a permitir la actividad aún sin haber resuelto dichas deficiencias.