Los habitantes de Clemente Onelli, en el sur de Rio Negro (Argentina), saben qué es el frío, y los registros demuestran cada año que es uno de los lugares más fríos en la Patagonia. El lunes 10 de julio de 2000 el termómetro marcó una mínima de 22 grados bajo cero, y un dia despues sentenció 23 grados bajo cero. Esto es igual a decir por ejemplo que en esa oportunidad ha hecho más frío allí que en sectores de la península antártica. La base Marambio de la fuerza aérea en la Antártida Argentina al mismo tiempo registraba una temperatura mínima de 3 grados bajo cero, o sea 20 grados “más cálida” que Clemente Onelli.
Para entender el fenómeno hay que explicar el mecanismo de calentamiento y enfriamiento que ocurre en la atmósfera. La máquina que suministra energía al sistema es el Sol. Esta energía es en forma de ondas electromagnéticas. Pero la energía que llega del Sol no calienta directamente a la atmósfera. Parte de ella es reflejada al espacio por las nubes. Otra porción llega a la superficie terrestre, que absorbe algo y el resto lo vuelve a reflejar. Parte del calor que absorve la tierra es utilizado para calentar la atmosfera. Lo reflejado por la Tierra (si no es absorbido por las nubes) no calienta el
aire, pasa de largo, se escapa y es lo que provoca las bajas temperaturas en los dias despejados.
De este concepto sale la explicación al fenómeno diario que sentimos. La temperatura registra un máximo valor durante el día, y un mínimo hacia la madrugada. Ocurre que durante la noche el Sol no aporta su energía, pero la Tierra sigue irradiando lo que recibió durante el día. En las noches con menos nubosidad ese proceso es mayor, y en invierno las noches son más largas, con lo que la atmósfera tiene más tiempo para perder energía.
Pero esa pérdida de energía tiene relación con varios factores. En primer término el tipo de terreno. Según sea el suelo arenoso, pedregoso, arcilloso, este húmedo o no, tendrá un comportamiento diferente en el enfriamiento nocturno.
Segundo, en las noches con ausencia de viento el enfriamiento es más efectivo, por lo que la temperatura tiende a bajar más. A mayor altura, menores temperaturas.
Por último, el suelo cubierto de nieve tiene menor poder para almacenar la energía durante el día, y al mismo tiempo la pierde mucho más rápido durante la noche.
Para completar, habría que decir que el aire cuanto más frío es más pesado, y tiende a seguir en el terreno el mismo recorrido que seguiría el agua. Por eso, en noche frías y calmas las temperaturas más bajas tienden a darse en hondonadas que hay en el terreno, puesto que hacia allí fluye el aire más pesado: o sea el más frío.
Como conclusión debemos decir que en el caso de Clemente Onelli se dan la mayoría de estas condiciones, que hacen de ese punto en suelo rionegrino uno de los más fríos del país.
Enzo F. Campetella