Como ya sabéis llevamos varias semanas sin avión remolcador debido a la aparición de varias grietas de complicada reparación en la bancada del motor de la LDT.
En la Junta Directiva llevamos desde entonces estudiando las alternativas que pueden llevarnos a volver a operar en Monflorite en el menor espacio de tiempo posible y con las mejores garantías de seguridad y económicas. Finalmente hemos llegado a la conclusión que ha llegado el momento de abandonar definitivamente la Rally como sistema de remolque y que esta decisión no se puede retrasar más.
Las opciones que nos hemos planteado son: reparar la LDT, comprar una Rally o comprar una Robin. Desde el primer momento hemos desechando las Husky o Pawnee como único avión a motor por ser monoplazas.
EL PROBLEMA
Las Rally fabricadas aproximadamente entre 1965 y 1975, tienen unos 40 años encima y por esa razón, los costes de mantenimiento hace ya más de una década que se han disparado. Es muy difícil y muy caro conseguir repuestos legalizados. En general son aviones muy castigados por miles de remolques que implican un elevado número de tomas y despegues y un continuo cambio en el régimen del motor. En definitiva, aunque tienen ganado el mérito de ser aviones muy duros, la realidad es que están muy viejos y muy al límite de su vida útil. Ahora, mantener una Rally en vuelo es en nuestra opinión inasumible, el envejecimiento y fatiga de sus materiales son una fuente constante de averías, con sus implicaciones de seguridad, económicas y de disminución de la actividad, situación que además empeora con el paso del tiempo.
Todo esto no es un tema nuevo: esta disyuntiva ya la tuvimos cuando hace tres años tuvimos la baja no prevista de la IQS al aparecer una grieta en el bloque del motor. En aquel momento, buscando solucionar el problema con la menor inversión posible, nos decantamos por otra Rally, la LDT. Ahora la situación es considerablemente peor y además, con la entrada de la nueva normativa se va a endurecer todavía más. Poner la LDT en vuelo nos va a suponer aproximadamente de un 50 a un 75% de su coste de adquisición y siendo realistas, tenemos que contar con que en todas las revisiones periódicas aparecerán nuevos problemas que, además del coste directo, y de los riesgos inherentes de seguridad, nos pueden dejar sin actividad por varias semanas o meses. La compra de una nueva Rally no nos va a ofrecer mayores garantías que las que tenemos con la LDT. No es casual que a nuestro alrededor, las Rally estén desapareciendo de todos los centros de vuelo a vela.
LA SOLUCIÓN
Por tanto, la mejor opción nos parece comprar una Robin DR400, avión conocido, de diseño más moderno y eficiente, de excelente capacidad de remolque en todas las condiciones y del que tenemos las mejores referencias. Evidentemente es más caro de adquisición que una Rally e implica un importante desembolso para el aeroclub, pero su rentabilidad y rendimiento nos deberán permitir recuperar esta inversión gracias a los menores costes de operación.
Tras unas semanas de búsqueda hemos encontrado la siguiente solución:
Una Robin DR400-Regent de tiempo y características muy similares a cualquiera de las tres avionetas remolcadoras de las que dispone Apirsa. El avión tiene una revisión de célula con reentelado de hace no más de dos años y con 650 horas de potencial de motor restante, es decir, aproximadamente de 5 a 6 años de operación antes de overhaulear el motor. Además se encuentra relativamente bien instrumentada disponiendo de equipos de navegación VOR, ADF, GPS y Transponder.
El avión pertenece actualmente a un club francés dedicado al vuelo a motor y a vela. Aunque está equipado con gancho de remolque, se ha utilizado casi exclusivamente a la sección de motor. Con el actual no ha realizado más de 100 horas de remolque. Tras negociación hemos acordado un precio de 45.000 € que consideramos justo.
Consideramos que es el avión casi perfecto para nosotros. Como remolcador ganamos en seguridad, disminuimos los costes de operación y mantenimiento y reduciremos los parones relativos al mantenimiento. Además, abrimos la opción de disponer de un avión para que los pilotos de motor del club puedan utilizarlo para hacer viajes (por supuesto respetando siempre la prioridad que supone ser el único sistema de remolque del club).
Para poder soportar la inversión que supone su adquisición hemos optado por reparar la LDT y ponerla en venta. Creemos que en España tiene una venta relativamente sencilla pero que difícilmente se puede hacer coincidir en el tiempo con la compra de la nueva.
El problema es que nuestra tesorería no nos permite afrontar a la vez esta compra más la reparación de la Rally. Para poder llevar a término esta operación evitando la alternativa de la derrama, necesitamos de la colaboración voluntaria de los socios, por lo menos hasta que podamos normalizar la tesorería tras la venta de la Rally. Las cifras son las siguientes:
Disponible Caja 30.000
Fondo ANEPVV 5.000
Coste de adquisición Robin -45.000
Reparacion Rallye -10.000
SALDO -20.000
Precio estimado venta LDT 20.000 euros
CÓMO FINANCIAMOS LA COMPRA
Necesitamos conseguir en un plazo de DIEZ DIAS unos 20.000 euros, cantidad que coincide con la que esperamos de la venta de la LDT.
Para ello planteamos dos posibles líneas de ayuda:
1. Compra de Paquetes de horas de la Robin: dirigida a los pilotos de motor que quieran utilizar el avión para viajes particulares. Consiste en adquirir paquetes de diez horas por adelantado a un precio de 1.200 euros o bien paquetes de cinco horas a 650 euros (en ambos casos con gasolina incluída). Estos paquetes de horas tendrían una validez de dos años. Pasado este tiempo el club recompraría las horas restantes a razón de 60 euros/hora. Consideramos que de esta manera ofrecemos la posibilidad a los socios de volar un avión de características superiores a las Rallys y bien instrumentado, a un precio que difícilmente podrían conseguir en ningún sitio y que además también se encuentra alejado del precio que se fijará una vez que lo tengamos operativo.
2. La segunda, dirigida a todos los socios, sería adelantar recibos en múltiplos de 100 euros partiendo de un importe mínimo de 500 €. Con esta fórmula, el socio dejará de pagar los recibos bimensuales hasta amortizar esta cantidad.
Para que la opción sea factible necesitaríamos conseguir unos 20.000 euros a través de las dos opciones anteriores en un plazo muy rápido ya que en principio tenemos previsto recoger el nuevo avión el próximo día 22 y evidentemente tenemos que ir con el importe total de la compra en el bolsillo.
El Aeroclub necesita vuestra colaboración para poder retomar la actividad lo antes posible. Abriremos un tema en el foro para que os podáis apuntar y plantear vuestras ayudas.
La Junta Directiva (VLJD)